A menudo escuchamos hablar acerca de cremas hidratantes para pieles grasas, otras que son mejores para las pieles secas o deshidratadas o acerca de las más adecuadas para las que la tienen la piel sensible y con pecas. Tal es el nivel de información, que resulta fácil perderse y no saber exactamente qué se debe usar y qué no en cada caso. Descubrir el tipo de piel que se tiene es imprescindible para llevar una correcta rutina de cuidado facial. Especialmente si incluimos ciertos activos a la ligera y sin conocer exactamente de qué se trata. Pero, ¿y si la elección del cosmético no tuviese que ver con el tipo de piel? Es más, ¿y si de lo que debemos hablar es de las preocupaciones que se asocian a las pieles?
“Actualmente no hablamos tanto de tipos de piel, como de preocupaciones asociadas a las pieles. Sí podemos generalizar y hablar de pieles secas, pieles grasas o incluso de pieles mixtas, pero lo principal es saber cómo está el estado de la piel. Nosotros mismos podemos identificar si tenemos la piel con rojeces, si tenemos granitos o signos avanzados de la edad, pero lo ideal es acudir a algún experto, quien nos dirá cómo es nuestra piel o, mejor dicho, cómo está y cómo resolver aquello que le pueda ocurrir”, asegura Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD.
Además, las expertas insisten en la importancia de conocer las necesidades de la piel: “Es importante saber cómo está nuestra piel en cada momento para intentar o bien mantenerla si está equilibrada, o bien tratar alguna preocupación asociada a cuestiones como la hipersensibilidad, los brotes, la pigmentación o los signos de la edad, por ejemplo”, cuenta Mireia Fernández, directora dermocosmética de Boutijour.
¿Cómo puedo saber cuál es mi tipo de piel?
Para saber cómo es nuestro tipo de piel y determinar cuáles son sus necesidades, resulta primordial fijarse bien en su estado. Sonia Ferreiro, Product & Project Manager de Wecolors, asegura que “las claves para saber si tenemos que tratar alguna cuestión relacionada con nuestra piel las podemos ver en si nuestra piel está equilibrada, luminosa o hidratada. Si vemos nuestra piel apagada o cetrina, con arrugas por deshidratación o con rojeces, puede que le esté pasando algo. Pero si no sabemos identificar estas cuestiones por nosotras mismas, mi recomendación siempre es ir a un experto: a un centro de belleza, a un dermatólogo, a un farmacéutico experto en dermocosmética, etc. Nuestra piel es un órgano importantísimo e igual que cuando nos pasa algo de salud acudimos a un experto, aquí ocurre lo mismo”.
En definitiva, cada una de nosotras puede sentir cómo es su piel, pero si hay algo que preocupa especialmente, lo mejor es acudir a un profesional para determinar las necesidades de la piel en cada momento.
¿Puede variar la piel a lo largo de los años?
La respuesta es contundente, pues la piel es el reflejo de nuestro estado de ánimo, de la dieta y, sobre todo, de la actividad que tienen las hormonas. “El estado de nuestra piel cambia mucho a lo largo de nuestra vida. En ello interfieren aspectos como el estado de ánimo, la dieta que sigamos en nuestro día a día, los productos cosméticos usamos, el embarazo, la menopausia… y siempre conviene dejarse aconsejar por expertos para saber cómo tratar la piel en cada una de esas fases” , cuenta Marta Agustí, directora dermocosmética de Omorovicza.En cuanto a las hormonas, desde Perricone MD cuentan que son algo fundamental: “Cuando tenemos la menstruación nos aparecen granitos o cuando pasamos la menopausia vemos los signos de la edad más pronunciados. Para ello, conviene ir adaptando la rutina de cuidado facial en cada momento según lo que veamos que nos está ocurriendo en esas fases y darle a la piel lo que necesita en cada momento”.
¿Qué cremas se deben usar según el tipo de piel?
Ante todo hay que tener claro que cada piel es diferente y puede haber activos que no funcionan igual en todos los rostros. “Por generalizar: todas las pieles necesitan hidratarse con ingredientes humectantes como el ácido hialurónico y requieren de un antioxidante de día que se adapte a sus necesidades, como la vitamina C, la niacinamida o un derivado del cobre. También conviene utilizar cada día protección solar y por las noches activos regeneradores, como el bakuchiol –la alternativa al retinol– en pieles más sensibles o retinoides en pieles estables”, sentencia Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8.
Gracias a la vitamina C, el tratamiento facial de Paula’s Choice revitaliza la piel consiguiendo que ésta adquiera un aspecto más joven y luminoso. Por otra parte, los antioxidantes actúan desde el primer día calmando la piel y reduciendo los signos visibles del envejecimiento, como las manchas solares y las líneas de expresión.
Formulado con niacinamida pura al 99% y vitamina E, el sérum de Olay actúa desde el primer día renovando el aspecto de la piel y reduciendo las arrugas atenuadas, las manchas y las líneas de expresión. De rápida absorción, es apta para el cuidado de todo tipo de pieles, incluidas las más sensibles.
¿Sus principales beneficios? Reduce las arrugas y líneas de expresión mejorando la firmeza de la piel, activa la renovación y regeneración de la piel gracias al activo Skin Reprogramming Peptides que mejora la elasticidad, y preserva la longitud de los telómeros, protegiendo así el ADN mitocondrial.
Formulado específicamente para reducir la sequedad de la piel y la falta de confort asociada al uso de los retinoides, Isdinceutics Retinal Intense es un potente sérum bifásico que actúa por la noche acelerando la renovación de la piel.
Fuente: https://www.harpersbazaar.com/es/belleza/piel-belleza/a60201573/como-saber-tipo-piel-sensible-seca-mixta-grasa/